Sin título
Marco Spaggiari
El
negro se paro frente a mi, y con sus ojos amarillentos me invitó a recostarme.
La copa de vino, aun seguía intacta.
Estremecido por el infinito blanco de la habitación, me acuesto sobre el piso.
De ahí en más. Todo sigue siendo igual.
La copa de vino, aun seguía intacta.
Estremecido por el infinito blanco de la habitación, me acuesto sobre el piso.
De ahí en más. Todo sigue siendo igual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario