jueves, 13 de marzo de 2014


Sin título.

de Marco Spaggiari


-Necesito Aniquilarte.- Dijo Enrique prendiendo un cigarro.- Borrarte. No es nada personal, Claudio.-
-No, me imagino- Respondió Claudio, tirando una sonrisita, siente lástima por Enrique pero nunca se lo dijo.
-Espero no te moleste que empiece.-
-Para nada, siéntete cómodo.- Asintió Claudio- Pero antes de que empieces..¿Porqué?
-Porque te amé demasiado- Dijo Enrique tartamudeando y con la frente sudada- Y ya no puedo vivir más con tus recuerdos, pensando en vos cada noche, cada instante. Pienso en lo que haces, con quien te relacionas, si te reís, si lloras, ya no quiero eso para mí.-
-Ah, comprendo.- Claudio, miró hacia el suelo y sonrió levemente. Extendió los brazos y relajó sus cejas.- Si lo necesitas…-
Enrique, se quito el sombrero y el saco, le transpiraban las manos y sus enormes labios oscuros le temblaban. Observaba a Claudio y se peinaba el cabello. No sabía como empezar.
-No dudes Enrique.-
Y ahí no más, Enrique junto fuerzas y abrazó profundamente a Claudio.

Luego de un par de minutos. Claudio le palmeo la espalda y lo alejó, despidiéndole para siempre.

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