jueves, 13 de marzo de 2014

Tu pollera.

de Marco Spaggiari



Hoy apareciste como si nada.
Sentada en mi cerca blanca, abrazaste al sol. Y soltaste una sonrisa.
Te hipnotizó, el aroma de mis jazmines. Y el rojo de mis Rosas.
Y te hundiste, de espalda al pasto. Escondiéndote entre la tierra.

Intente romper mi silencio, cantándote un tango.
Pero siento que no podes oírme
Que no te interesa. Estas demasiada ocupada en tu felicidad.

Escondido en mi pequeñez,
dejé que bailaras con el Jacarandá, que llora cada vez que te vas.
Es feo, barrer sus lagrimas todo el tiempo.
Porque yo no se bailar como lo haces vos.
Ni tampoco sonreír.

El tiempo pasó tan rápido.
Tan inverosímil.
Que no me avivé. Y te perdí.
Te transformaste en noche, en Luna, en sed.

Llamo a mis amigos.
Para contarles todo.
¡Que verborrágico que me ponen tus labios!
Ellos, en su inocencia maldita.
Se ríen y me palmean la espalda.
Los entiendo, y me entristece que ya no crean en el amor.

Otra vez a hablar con las sombras.
Otra vez, a pronunciar tu nombre entre sabanas.
A soñar con vos.

Todas las tardes, desde la primera vez que te vi
Te espero.
Con mi chaqueta roja, para que haga juego con tus labios.
Pegado a la reja que siempre nos divide y nos aleja.

Y no hay caso.
Solo venís, cuando las flores se expanden y el sol sonríe.

Ahora canto mis tangos solo.
Buscándote en barrios extraños.
Y entre muchas otras.

Lucho contra todos esos pensamientos,
Que me obligan a olvidarte.

Por eso agarró la bici oxidada y gritando tu nombre  a las estrellas,
Salgo en tu búsqueda frenética.
Y pasé mis límites, y mi barrio.
General Paz de por medio, Emprendo la búsqueda.
Pero cuando te encuentro
Vos estas feliz, bailando una chacarera desafinada.
Moviendo, al ritmo que imponen las flores, tu pollera negra.
Y me quedo.
Sentado en un costado, sin molestarte.
Observando tus pies, que vuelan libres.
Y aun sigo sin poder hablarte.
Y aun sigo barriendo las hojas del jacarandá.
Esperando, a que la primavera traiga al sol.
Esperando a que las flores crezcan.

Esperando a que te aparezcas con tu remera a lunares y tu pollera negra.


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